viernes, 12 de marzo de 2010

De la renuncia de Fernando Gómez Mont

Por: Antero Duks
febrero / 2010


Como siempre sucede en casos de relevancia, los medio se dan gusto moviéndole al piso a todo mundo, y claro, los que figuran en forma prominente en el horizonte mediatico empiezan de inmediato a hacer sus especulaciones, sus conjeturas y se hace un verdadero revoltijo de comentarios. La verdad siempre es una, pero quien la sabe realmente, y aunque todos los que especulan se consideran dueños de ella; todas las hipótesis valen y cada una puede ser cierta. Pero la "neta" --coloquialmente hablando-- el único que la sabe es el actor principal, en este caso Fernando Gómez Mont.
Para muestra de lo que digo, escogí el comentario de Víctor Alarcón Olguín, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana.




Y después de oír este comentario medio cantinflesco, usted ¿qué opina? ¿Who has the true?

martes, 9 de marzo de 2010

Tengo un hijo medio vago, ¿qué hago con él?

 

Mi cumbre.com

lunes, 01 de marzo de 2010

 

Los jóvenes de la generación NiNi, salvo lamentables excepciones, son un grupo social con edades entre los 18 y los 30 años, que viven mantenidos en la casa de sus padres y que justifican su existencia pasando los días sin hacer nada.


Ni trabajan. Ni estudian, ni buscan trabajo y ven llegar su incierto futuro, entre la indolencia y el conformismo. La mayoría son jóvenes inmaduros, neo adolescentes que no tienen esperanza de nada, ni un proyecto de vida que les ilusione, aunque se crean felices y privilegiados por no hacer nada, se han convertido en esclavos de su propia vagancia. Algunos se auto engañan haciendo como que estudian o como que trabajan, cuando solamente emplean el 10 por ciento de su capacidad.

 

Ellos son las secuelas demoledoras de una década prodigiosa de consumismo y despilfarro a nivel económico y de haberles consentido en muchos vicios, como el hedonismo y el vivir aquí y ahora. Si hasta la fecha se han librado de tener que hacer esfuerzos y sacrificios, tarde o temprano tendrán que pagar el precio.

 

Los hijos NiNi llevan una vida disfuncional y antisocial. Suelen ser maleducados y arrogantes; su energía y objetivos están encaminados únicamente al sexo, al hedonismo, al yo primero, al todo vale y al aquí y ahora. El ocio es la madre de todos los vicios.


La generación NiNi es un fenómeno social que hasta ahora se estimaba minoritario en algunos países. En otros no existe porque cuando los hijos llegan a los 18 años se emancipan o les emancipan sus padres. Se independizan de la casa familiar, dedicándose a estudiar o a trabajar.

Los NiNi han surgido por la ausencia de la enseñanza de virtudes y valores humanos, que promueven el sacrificio que supone el trabajo, el estudio y la vida ordenada. La mayoría de ellos, han sido mimados en su infancia y criticados en la pubertad. Sus alegatos de que mantienen esa actitud por el alto desempleo que hay, que los estudios y los trabajos son cada vez más competitivos y que es mucho más fácil y gratificante, la deserción escolar y el hacer el vago en casa, son incorrectas.

 

Se dejan llevar por los bombardeos de consumismo que les llegan de todas partes, con invitaciones para comprar continuamente; sus padres han sido tolerantes con su forma de vida porque no han estado cuando ni donde los han necesitado; incluso los han sobornado con regalos y dádivas, y compran la lealtad que tenían que haber ganado gratuitamente y con agradecimiento.


Los jóvenes NiNi corren el riesgo de ser presa fácil de pandillas, narcotraficantes y demás gente de mal vivir. Tienen mucho tiempo libre y necesitan dinero para mantener su ocio, circunstancias que atraen a quienes, para sus fechorías, buscan mano de obra barata, abundante, sin prejuicios, ni valores.

 

Los jóvenes NiNi son una generación fracasada y encaminada a caer en el mundo de las drogas, el sexo prematuro, el dinero fácil, etcétera. Es más fácil encontrar cómplices en ese grupo, que en el de los que dedican su vida al esfuerzo del trabajo y del estudio.


La ausencia del conocimiento y práctica de las virtudes y valores humanos, relacionada con el estudio y con el trabajo, les hacen mucho más vulnerables hacia los embates malignos de la sociedad, como son el consumo de drogas, alcohol, el sexo fuera del matrimonio, el homosexualismo por dinero, etcétera. Muchos de ellos, entran en las estadísticas de los embarazos no deseados. No es solamente que estén desorientados, es que la mayoría de estos jóvenes, no han tenido, ni tienen, una brújula que les guíe.


Los padres tienen que ofrecer a sus hijos NiNi mejores ideales y referentes que los que les han dado, y fomentarles una nueva cultura, que haga que no se conformen con ser mediocres, ni inútiles en la familia, el trabajo y la sociedad. Les tienen que dedicar tiempo y energía, para que desarrollen hábitos positivos y eliminen los negativos.

 

Responsabilidad de los padres

 

Los padres tienen que decir en algún momento un "hasta aquí hemos llegado". "Estudias o trabajas, o las dos cosas a la vez, o te vas de la casa". Los hijos tendrán que cambiar de actitud o asumirán que tienen que buscar otra forma de vida fuera del hogar familiar. Si no se marchan de la casa, conducirán a sus padres hacia la bancarrota.

 

Algunas veces a los padres les es más cómodo pensar a corto plazo, que a largo plazo en sus concesiones familiares y económicas. No es la solución mirar para otro lado, cuando ven el tipo de vida que llevan. Tienen que enfrentarse a la cruel realidad, que muchas veces es el resultado de haber consentido que los hijos ganaran terreno en ese camino hacia el desorden de sus vidas. Si los hijos NiNi tienen hermanos menores les ofrecen un ejemplo pernicioso, falsas expectativas sobre lo que es el sacrificio y los beneficios del estudio y del trabajo.


Es muy difícil para los padres oponerse a esa situación cuando han estado poco tiempo al lado de sus hijos, pero nunca es tarde para sentarse a dialogar y negociar con ellos su actitud presente y futura. Más vale hacerlo pronto y bien, que tarde y mal. Cuanto más tiempo los hijos NiNi estén sin estudiar ni trabajar, más llegarán a acostumbrase y después, será más difícil que les apetezca cambiar.


Algunos padres incluso derrochan el dinero de sus ahorros, conseguido durante muchos años y guardado para posibles emergencias o para su jubilación, manteniendo a sus hijos. Se olvidan de que cuando surja algún problema grave, los hijos pretenderán que los padres les resuelvan los contratiempos.

 

Otras generaciones no se permitían el lujo de plantearle a los padres que no querían seguir estudiando ni ir a trabajar. Había unas normas no negociables donde todos tenían que hacer el máximo esfuerzo, para cumplirlas, de forma que estuvieran preparados para el futuro.


Por otro lado, es muy difícil para los jóvenes NiNi iniciar y mantener un noviazgo serio, que les pueda conducir a un feliz matrimonio, ya que no tienen nada que ofrecer a su pareja, y después de pasados los primeros momentos del noviazgo o del matrimonio, al llegar a la cruda realidad de la vida cotidiana, las posibilidades de ruptura son muy elevadas.

 

Su pareja les verá como seres carentes de personalidad, voluntad y firmeza, para enfrentarse a las situaciones que una vida normal les pide. Tampoco podrán alegar a su favor ninguna circunstancia atenuante, ni dirimente que les impida enfrentarse al hecho de tener que estudiar o trabajar, para después compartir su vida futura con otra persona.

 

Es casi seguro que se quedarán descalificados para mantener relaciones de noviazgo o matrimonio dignos y duraderos y formarán parte de la enorme cantidad de matrimonios divorciados, por culpa de la falta de dinero o de no querer esforzarse ni poner los medios para conseguirlo. Es casi imposible que puedan formalizar una familia si no tienen bien afianzadas las virtudes del estudio y del trabajo.


Si encuentran un trabajo, es difícil que lo obtengan al tener que pasar por una selección que prácticamente les descarta por su indolencia, ya que las empresas están interesadas en seleccionar a los candidatos en función, entre otras cosas, de lo que han hecho éstos durante su tiempo libre, es decir, fuera del tiempo dedicado a sus obligaciones normales de formación.

 

Ese vacío de actividades es el que, seguramente, les eliminará como candidatos. Los hijos NiNi tendrán que hacer un esfuerzo extraordinario para poder adaptarse a la disciplina que supone la aceptación de las órdenes y la obediencia a los superiores, así como al orden en los estudios, cuando decidan volver a empezarlos.


No han aprendido a controlar sus apetencias, ni a mantener un equilibrio entre lo que son y lo que quieren ser. Los hijos NiNi han crecido sin raíces ni convicciones, porque lo han tenido todo sin hacer el mínimo esfuerzo. Creen que han disfrutado de una infancia afortunada, sin percatarse que después llega la juventud, la madurez y la vejez, a las que tienen que enfrentarse bajo su propia responsabilidad. No se quieren dar cuenta que su generación, la primera desde hace muchos siglos, tendrá una calidad de vida inferior a la de sus padres, incluso sin haber tenido que vencer los obstáculos que enfrentaron las generaciones precedentes.


Los padres originan hijos NiNi en algunas ocasiones, porque ambos trabajan mucho o porque quieren darles una mejor forma de vivir que la que ellos tuvieron, y les rodearon de toda clase de comodidades, hasta convertirlos en las autenticas joyas de la casa, olvidando la virtud de la austeridad.


Los hijos NiNi, aunque aparentemente parecen felices, pues no pegan ni un palo al agua, viven sin ilusiones, están totalmente desanimados, incluso se dan cuenta de que no tienen esperanza de futuro, ni fe en sí mismos. Han abandonado la lucha por la vida, los estudios y el trabajo, no quieren crecer, ni esforzarse. Son la antítesis de la juventud triunfadora. Pero la sociedad se da cuenta y les pasa la factura, arrinconándolos y despreciándolos.


Los padres de los hijos NiNi se desesperan cuando se dan cuenta de su fracaso como educadores. Incluso no saben o no quieren saber cómo resolver el problema, sin darse cuenta que cuanto más tarden en hacerlo, será más difícil obtener buenos resultados. Se tienen que enfrentar a las malas caras, cuando les proponen soluciones realistas, o simplemente la visita a profesionales, como son los sacerdotes, pastores, rabinos, imanes o médicos, que les puedan ayudar a cambiar de actitud y volver a encontrar la ilusión de vivir.

 

Los hijos NiNi no quieren ni oír hablar de intentar cambiar. Les aterra escuchar la frase de: El que no estudie o no trabaje, que no coma, y que alguien intente reconducirlos hacia unos horarios, obligaciones y pautas concretas de convivencia con la familia y la sociedad.


Los hijos NiNi, aunque se crean o sean inteligentes, poco a poco se convierten en jóvenes déspotas y tiranos con sus padres, hermanos y familiares. Acaban inhabilitados, marginados e inadaptados para la vida social y laboral.


Los padres suelen ser la causa principal de los problemas de inserción laboral y social de los hijos NiNi. Pero, ¿quién se ocupa de ellos? ¿Cuántos están dispuestos a cambiar de actitud asistiendo a Escuelas para Padres o pidiendo consejos a los que tienen experiencia demostrada? También es cierto que muchos se encuentran solos porque no piden ayuda.


Padres: Negocien con mucha energía esta situación con sus hijos, antes de que sea demasiado tarde para ellos y para ustedes. No se olviden que ellos se condenan al fracaso familiar y social, y puede que les arrastren también.

 

Arriésguense a asumir la impopularidad de poner límites a sus hijos y a explicarles que tienen que pensar en las graves consecuencias de su modelo de vida. Los padres son parte del problema y, por tanto, tienen obligación de ser parte de la solución, no dejársela solamente a los hijos para que decidan, si quieren o no, mejorar su situación NiNi

 

 

 



Renace el jacobinismo en México

 

Por: José de Jesús Castellanos

Marzo / 2010

 

Lo laico del Estado Mexicano es un concepto que quedó plasmado en el orden constitucional desde el siglo XIX y ratificado en la Constitución de 1917. Nadie lo ha quitado, se encuentra en el artículo 3, 24 y 130. ¿Por qué entonces el afán novedoso de reintroducir dicha definición en el artículo 4? ¿Será para volver a los tiempos radicales del 17, cuando según reconoció el Director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Roberto Patiño, tuvimos una constitución no laica, sino anticlerical?

 

Es de sobra sabido que el Estado mexicano pretendió, por una parte, desconocer la existencia de las iglesias y, por la otra, quiso someterlas, particularmente a la católica. Hubo persecución, guerra cristera, arreglos simuladores y, finalmente, una normalización parcial que zanjó los principales temas de confrontación, aunque quedaron algunos pendientes.

 

Pero, finalmente, las Asociaciones Religiosas adquirieron personalidad jurídica y los ministros recuperaron muchos de los derechos humanos que les habían sido conculcados. Entre ellos, el de libertad de expresión.

 

Sin embargo, todo parece indicar que en algunas cabezas, que se ilustran en las tenidas de las logias masónicas, lejos de que la nueva situación fuera bien recibida, les sigue molestando, sobre todo en la medida en que la Iglesia Católica participa en debates públicos relativos a la moral y las costumbres. Esa presencia ha hecho renacer el jacobinismo mexicano.

 

En días pasados, el patio principal del Senado de la República fue escenario del Foro Laicidad y Democracia. Ahí, ante el Gran Maestro de la Logia del Valle de México, Carlos Quintanilla, los voceros del laicismo decimonónico tuvieron amplio foro que fue cerrado con la pretenciosa declaración de que en él se habían escuchado "todas las voces" de la nación, en expresión del senador Carlos Navarrete, cuando en realidad fueron expresiones de un pensamiento único.

 

Lo que ahí se dijo está muy lejos de esa laicidad positiva a la que se refiriera el presidente francés Nicolás Sarkozy cuando propuso que en las relaciones del Estado con las religiones se respete, dialogue, no se excluya ni denuncie.

 

Al amparo del laicismo, el senador Melquíades Morales expresó su visión totalitaria del mismo, al expresar que sólo la soberanía decide en México lo que es válido y lo que no, al grado que a los funcionarios les toca obedecer al interés público aunque lo que se dicte vaya contra las creencias personales. Así se sale al paso de la objeción de conciencia. Los hombres sometidos a la ley, inexorablemente, en un foro que hablaba de libertad, pluralidad e inclusión.

 

Después de tantos años, al Senador Morales no le queda claro la separación entre Iglesia y Estado. Pero no sólo eso. Con la reforma al artículo 40 no sólo se quiere que el Estado –entiéndase como gobierno– esté cubierto por el laicismo, se quiere ir más allá: que la sociedad misma sea laica.

 

Ésa sería la significación que se daría a la inclusión de "laico" en el artículo 40, en la definición de la República como representativa, democrática, federal y laica. Eso a pesar de su reconocimiento de que la cultura de los pueblos está moldeada por sus creencias religiosas. ¿Eso significa que hay que extraer de nuestra cultura las creencias religiosas, particularmente del 90 por ciento de quienes se declaran católicos?

 

Cierto que a los jacobinos les duele que los pueblos no sean moldeados por la ley. Patricia Galeana se dolió que tras 150 años de la expedición de la Ley de Libertad de Cultos –verdadero momento de la independencia de México, según Enrique González Pedrero– los cambios no lleguen conforme a los deseos de quienes han querido "someter al clero", pero no descatolizar, porque los cambios culturales son lentos y en nuestro país apenas el 5.2 de la población es de librepensadores. Son una minoría que no es tolerada por la grey católica, se quejó.

 

Los miembros del Frente Ciudadano en Defensa del Estado Laico, por voz de Rodolfo Echeverría Ruiz expresaron un axioma: no hay en el mundo sociedad moderna que no sea democrática (él lo sabe bien como priísta que es) y sociedad democrática que no sea laica. Pero con una laicidad "expansiva por definición", para que lo laico no esté únicamente en el 130 constitucional, en la educación, la cultura y la política, sino que tenga eco en otros ámbitos.

 

Se quiere alcanzar la libertad de creencias, la libertad filosófica, la ideológica u ética, "siempre y cuando sus conductas estén amparadas en la ancha libertad democrática", que estaría creando nuevos derechos, nuevas libertades y nuevas garantías individuales.

 

Para González Pedrero, la contienda que parecía concluida en el Cerro de las Campanas, tiende a renacer, por lo que advierte que no debe pensarse que las situaciones históricas son irreversibles. El contexto de incertidumbres que se vive en el mundo moderno ha generado una cultura anti-laica y el resurgimiento de la religiosidad. Y se pronunció contra aquellas autoridades (¿Peña Nieto?) que pragmáticamente asisten a recintos religiosos para sacar provecho. "¡No hay que ir!", sentenció, porque tras de los curas sólo "con palo o vela", para eso tenemos el Estado laico.

 

Beatriz Pagés, vocera como Echeverría de los defensores del Estado laico, rechazó–¿qué saco se puso?– que la perversidad esté en quienes promueven el Estado laico, sino en quienes interpretan la laicidad a conveniencia. La antirreligiosidad, dijo, no está en quienes quieren un avance constitucional, sino en quienes quieren imponer a los mexicanos una sola forma de vivir y pensar. Y es que, dijo Monsiváis en su alud de agresiones a la Iglesia, ¡se quiere aislar moralmente a la Ciudad de México!, se quiere imponer el cinturón del rosario.

 

Habría más que decir. Quizá que faltó el decorado masónico del antiguo Recinto Parlamentario del Congreso de Palacio Nacional, para que el ambiente fuera completo.

 

 

 

 



Orlando Zapata

 

Por: Antero Duks

Febrero / 2010

 

Mientras los jefes de estado de América Latina y El Caribe estaban reunidos en Acapulco, México, un albañil de 42 años, Orlando Zapata, uno de los más de 200 presos políticos que hay en Cuba, fallecía después de una prolongada huelga de hambre de 85 días. Su único delito: pedir que lo trataran como un "preso de conciencia" como se lo había reconocido ya Amnistía Internacional.

Inicialmente fue condenado a tres años de prisión. Pero por sus insistentes peticiones y denuncias de tortura, le fueron ampliando su condena hasta llegar a los 36 años. En esta misma época se condenaron a más 75 periodistas y activistas de derechos humanos a un promedio de 20 años cada uno.

 

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se bajó del avión en La Habana con la noticia recién difundida en el mundo entero. No se reunió con los grupos de derechos humanos ni dio declaraciones contundentes, fuera de un "lo lamento profundamente". El líder disidente cubano, Oswaldo Payá, afirmó en forma vehemente que "el gobierno de Lula nunca tuvo una palabra de solidaridad con los movimientos de derechos humanos en Cuba, ha sido un verdadero cómplice con las violaciones de derechos humanos".

 

Los Jefes de Estado de América Latina y El Caribe no se han manifestado, después de haber tenido a Raúl Castro como un interlocutor más en la Conferencia de Acapulco.

 

El presidente de turno de la Unión Europea, el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en su intervención en la Sala de los Derechos Humanos de la ONU, con motivo del IV Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, celebrado en Ginebra, apenas hizo una breve alusión a la muerte de Orlando Zapata en Cuba. Solamente después, al ver la presión internacional, Zapatero afirmó que la UE está a la vanguardia de la defensa de los derechos humanos y exige a Cuba la libertad de los presos de conciencia.

 

Lo que ha pasado en Cuba es una voz de alerta para países como Venezuela, Bolivia y Nicaragua que están siguiendo sus pasos; y para otros países con tendencias al establecimiento de regímenes autoritarios, tanto de izquierda como de derecha.

 

Todos estos países, con excepción de Cuba, tienen gobernantes que llegaron al poder por el voto popular, presentándose como líderes carismáticos fuertes, capaces de llevar bienestar al pueblo.

 

Pero una vez estando en el poder:

 

--Golpean, de manera sistemática, todas las instituciones que no se pliegan a su voluntad: los medios de comunicación, los sindicatos, el sector empresarial, la Iglesia... y someten a su arbitrio a los demás poderes del Estado: la Corte Suprema de Justicia, la Corte Electoral, el Congreso...

 

--Mantienen posiciones aparentemente nacionalistas y definitivamente antiimperialistas, creando

paradójicamente, al interior de su propio país, un régimen autocrático.

 

--Manejan a su antojo los fondos del Estado con una actitud paternalista, controlando toda la actividad económica del país y pauperizando cada vez más a la población.

 

--Crean grupos civiles de choque que atemorizan a la ciudadanía, especialmente a los inconformes y a quienes manifiestan opiniones diferentes a la posición oficial.

 

--Le dan preponderancia al Ejército, concediéndoles grandes beneficios económicos, lo mismo que prerrogativas en el ejercicio del poder político y dotándolos de un avanzado armamento.

 

Afortunadamente los pueblos están tomando conciencia de esta situación y cada día crece la voluntad de los ciudadanos por la defensa y promoción de la dignidad humana, fundamento de la sociedad. Hombres y mujeres de toda raza, nacionalidad, religión o ideología, debemos unirnos para defender la vida, a fin de que todos nuestros pueblos tengan vida plena.

 



La familia y los niños objeto de una ignominia

Comentario: Rodrigo Iván Cortés Jiménez

Dirección y Edición: Paola Villela.

¿Qué ha pasado con la reforma que se dio en contra del matrimonio, la familia y los derechos de los niños? Mientras el PRI no tuvo disposición para que desde la ALDF se presentara la acción de inconstitucionalidad; la PGR y los estados han llevado a cabo acciones para defender a la familia, los niños y sus legislaciones.




De la reelección de los legisladores

 

Por: Querien Vangal

Marzo / 2004

 

El día 4 de febrero próximo pasado, los legisladores federales del PAN, presentaron una iniciativa para reelegir a diputados locales y federales y a los senadores.  Esta iniciativa, de ser aprobada, modificaría la Constitución General de la República y haría, por fin, efectivo el juicio de los ciudadanos sobre sus representantes, tanto diputados locales, como diputados federales y senadores de la República.  Con este procedimiento se lograría que la labor de los legisladores sea efectivamente sometida a juicio de los ciudadanos en las urnas y elimina la prohibición de reelegir inmediatamente a un legislador si así lo requiere el pueblo.

 

En la exposición de motivos, el legislador que la presentó expuso: "Hoy por hoy está en la constitución la prohibición de la reelección inmediata, nosotros estamos a favor de que, si así lo decide el pueblo, un diputado que haya hecho su trabajo de manera responsable se pueda reelegir (sic), mientras que uno que no lo ha hecho así, un ciudadano con el voto le arruine su futuro político.  Nosotros estamos por someter la labor legislativa al veredicto del pueblo, estamos a favor de la reelección.  Nos asiste la razón histórica, Francisco I. Madero fue un presidente que gobernó al país con diputados que se podían reelegir, la no reelección de Madero era una reelección presidencial y en ese sentido también, no cabe duda, el PAN está en contra de la reelección de Presidente de la República, de gobernador de los estados y de Jefe de Gobierno"

 

¿Cuáles serían los beneficios de esta reelección?  De entrada se puede asentar que se le devolvería al pueblo la posibilidad de sancionar las ocurrencias o los espectáculos pobres y frívolos que dan algunos diputados y senadores (principalmente los primeros) de todos los partidos, devolverle al pueblo la posibilidad de sancionar eso y de premiar a quien haga su trabajo, a quien participe, a quien cumpla su palabra, a quien regrese a su distrito.  Los diputados y los senadores así regresarían a sus respectivos distritos a granjearse una vez más el voto de la ciudadanía y así se sometería el trabajo de los diputados y senadores al pueblo.  En todas las democracias occidentales del mundo hay esta posibilidad de reelección, salvo en Costa Rica y en México.

 

¿Debería ponerse un candado o alguna exigencia para los diputados porque dicen que la mayoría, casi el 85% no conoce la Constitución?  Los diputados federales, los diputados locales y los senadores son deficientes porque no están sometidos al veredicto del pueblo, porque no tienen que regresar a refrendar su mandato en las urnas.  Lo que busca la iniciativa es devolverle al ciudadano la capacidad de juzgar a sus representantes, eso fortalecería al Poder <legislativo, le devolvería el decoro y acabaría con las irresponsabilidades que muchos diputados (locales y federales) y senadores cometen en agravio de lo que dicen representar.

 

Quienes se oponen a esta medida argumentan que sería la puerta para la reelección presidencial, lo cual es una necedad en un país que, como el nuestro, necesita a toda costa de actualizar sus procedimientos para progresar.  Argüir eso es tanto como si no se le enseñara a un niño a leer y a escribir porque podría leer y/o escribir cosas malas, o que una persona normal se le impidiera aprender a manejar porque podría chocar.

 

A través de los años se han presentado varias iniciativas al respecto, el PRI lo ha hecho; Vicente Lombardo Toledano lo hizo en 1964.  Actualmente hay un ambiente de consenso porque así se responsabilizaría más al poder Legislativo, pues sometido al poder de las urnas; al veredicto, juicio y sentencia ciudadana va a ser mejor indiscutiblemente.  El espíritu de la iniciativa es que no se necesita, en cada elección,  la renovación total de los legisladores, si estos son buenos que permanezcan y sin son malos que se larguen a su casa.

 

Se especula también en cuanto a las veces que podría ser reelecto un legislador, parece ser que la balanza se inclina a que los diputados puedan serlo de 2 a 3 veces y los senadores una vez.  Otras ideas que se barajan, en relación con el Senado, es que haya elecciones cada tres años para elegir al 50%, o incluso cada dos años para elegir la tercera parte.  Todo esto depende también del las modificaciones en cuanto al número de legisladores, ya que existe también la propuesta que hiciera el PAN de reducir los diputados a 400 y los senadores a 96, la cual a tenido una buena acogida, principalmente del pueblo que finalmente es el que manda.  Es una prioridad darle decoro y fortaleza al Poder Legislativo que ha sido tan sobajado durante décadas, así como darle capacidad a la ciudadanía de elegir libremente a sus representantes y premiarlos con la reelección cuando éstos se lo merezcan. 

 

Finalmente, lo que es importante recalcar es que la renovación del Poder legislativo debe decidirlo el pueblo, es éste quien debe elegirlo sin cortapisas para que sea fuerte.  Sin duda la actual legislatura está ante una muy buena oportunidad de hacer este cambio tan importante.