Por: Antero Duks
Noviembre / 2009
No cabe duda que, en donde quiera, las dicotiledóneas encuentran procesos de cocción. Es decir, en donde quiera se cuecen habas. Tan seriecita que se veía doña Cristy Fernández de Kirchner y vea usted lo que se debate ya en los medios de comunicación internacionales.
Medicinas caducas y corrupción
La imagen de los Kirchner está en entredicho. Pero el tema no se limita a unos cuantos golpeteos mediáticos. Se destapó la caja de Pandora y el escándalo huele fuerte a corrupción globalizada, en la que se involucran políticos, empresarios y líderes sindicales argentinos.
Esta organización criminal, según las primeras investigaciones, tenía un poco más de dos años traficando con medicamentos adulterados. En el seguimiento realizado por la autoridad jurisdiccional, hay indicios de que funcionarios allegados a la Casa Rosada –equivalente a Los Pinos– están enlodados por las corruptelas.
El problema mayor es que doña Cristy también alcanza a ser salpicada, porque –según se señala en Argentina– las ganancias del manejo de medicamentos ilegales, llegaron hasta la campaña presidencial de la Presidenta.
Lo feo, lo malo y lo peor
Lo feo es que un empresario farmacéutico –Néstor Lorenzo– es señalado por la autoridad como el responsable de distribuir medicinas falsificadas y adulteradas a distintas farmacias.
Lo malo fue que, también las distribuyó en el sistema de salud del sindicato de empleados de bancos, en un programa denominado "obra social bancaria", que recibe fondos del gobierno y participaciones de las cuotas sindicales.
Lo peor radica en que los medicamentos adulterados se destinaban a pacientes con sida, cáncer y hemofilia. Ciertamente, lo barato salió más caro. Algunos de los enfermos que consumieron los medicamentos –por los bajos costos– vieron agravada su condición y varios de ellos –un número no determinado todavía– fallecieron por complicaciones.
De quesos, cuernos y ratoneras
En México diríamos que ahora, en el gobierno de la señora Kirchner, hay muchos funcionarios que "ya no quieren queso, sino salir de la ratonera". Vea usted por qué: Lorenzo, el farmacéutico, figura como colaborador en la campaña de Cristina Fernández. El mismo señor, se puso con "su cuerno", mediante una aportación de casi un millón de pesos argentinos, que equivalen más o menos a unos 250 mil dólares.
Graciela Ocaña, quien renunció hace poco como ministra de Salud, aseguró que la "mafia de los medicamentos", funciona al amparo de organismos sindicales y dirigentes políticos. Es valioso señalar que la ex funcionaria es reconocida en Argentina por su lucha contra la corrupción en el sector salud.
Ella misma apunta hacia Hugo Moyano, líder de la central sindical peronista, como parte importante de la red de corrupción, que según dijo, también abarca áreas como la vivienda y el crédito popular.
Los Kirchner: entre corrupción e impunidad
En 2006, apareció el Caso Skanska. Facturas falsas en la construcción del gasoducto para pago de sobornos. Un año más tarde, Felisa Miceli ex ministra de Economía, fue denunciada por encontrarse en su baño una bolsa con más de 57 mil dólares, provenientes del Banco Central de Argentina. En el mismo 2007, un venezolano, Guido A. Wilson llegó a Argentina con una maleta conteniendo 800 mil dólares, como aporte de Chávez a la campaña de Fernández.
La parte más escandalosa, sin embargo, es el incremento en el patrimonio de la familia Kirchner: Su fortuna aumentó 570 por ciento.
Cualquier semejanza con varios ex funcionarios priístas o perredistas, es mera coincidencia
«El hombre sin honra peor es que un muerto»
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