Por Equipo yoinfluyo.com Febrero / 2011 Varios periodistas, actores políticos y usuarios de las redes sociales se sumaron al revuelo generado tras el cese de Carmen Aristegui en su programa radiofónico que se trasmitía en MVS, luego de que hiciera eco sobre el supuesto alcoholismo del presidente Felipe Calderón. A pesar de que a Calderón Hinojosa no se le ha visto en ejercicio de su trabajo en estado etílico, aun cuando ninguna investigación periodística ha comprobado lo que de él se dice y de que el rumor es sólo eso, la periodista pidió explicación a la Presidencia sobre el supuesto alcoholismo del titular del Ejecutivo. El tema de una enfermedad de cualquier funcionario debe hacerse público en la medida en la que afecte su desempeño laboral. No obstante, Aristegui engrandeció un rumor y minimizó la fuente, la forma y el lugar en que se dijo. Hay que recordar que fue el diputado petista Gerardo Fernández Noroña quien, violando el reglamento interno del Congreso, colocó una manta -en plena sesión ordinaria- dónde hacía referencia al supuesto alcoholismo del mandatario. Al respecto Aristegui sólo dijo "dejémoslo ahí, dejemos el tema en lo que fue el zafarrancho o la situación crispada en San Lázaro y pongámosle atención al asunto y dejemos la pregunta abierta", como si fuera para menos el hecho de que un diputado viole el reglamento, entorpezca el trabajo legislativo e insulte la figura presidencial. La última medición de la empresa INRA colocaba al espacio informativo de Aristegui en primer lugar en la frecuencia FM, con 0.62 puntos de rating promedio de lunes a viernes en el horario de 6 a 10 de la mañana. Pese a ello, la empresa decidió despedir a la conductora por transgredir su código de ética al difundir un rumor como noticia y luego negarse a ofrecer una disculpa pública. Ante esta situación, la periodista ofreció una rueda de prensa en la que calificó su despido como un "acto autoritario y desmedido propio de las dictaduras donde se castiga por opinar" y dijo que la desaparición de su noticiario del aire es el "deshago absurdo de un berrinche presidencial", toda vez que aseguró que la petición de disculpa había surgido desde Los Pinos. La periodista mantuvo su postura y alegó que el planteamiento que hizo se basó en un hecho noticioso. Alegó también que los periodistas tienen derecho a realizar preguntas, pero ella misma no permitió cuestionamiento alguno a los reporteros que acudieron a su rueda de prensa, al término de su intervención simplemente se levantó y se fue. Qué curioso.
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lunes, 28 de febrero de 2011
Aristegui y el revuelo mediático
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