jueves, 17 de febrero de 2011

Gobierno del Distrito Federal

 

Fábrica de "ninis" y "nimaiz"

 

Por René Mondragón

Febrero / 2011

 

 

A lo mejor se acuerda usted del bombo, platillo, mole con arroz, pirotecnia política, acarreos, pompa y circunstancia, con la que los gobiernos perredistas de la otrora gran Tenochtitlán, habían anunciado la creación de sus escuelas preparatorias, como para darle un mentís a la educación privada, un sopapo al SNTE y un soplamocos a quienes desestimaban a la educación-popular-alternativa dirigida a "los pobres".

 

Yo recuerdo las loas, vítores, elogios e incienso, también alternativos, que Andrés Manuel dirigía al pueblo, anunciando una "verdadera educación para el pueblo".

 

LA VERDAD NO PECA…

 

¡Qué razón tenía el escritor sagrado cuando aseguraba que "por sus frutos los conoceréis! Y es que sólo 24 de cada 100 chavos –menos de una cuarta parte de los que se inscriben- terminan sus estudios; lo que significa que con esos niveles de eficiencia terminal, vamos a ser competitivos, más o menos, para cuando Cuauhtémoc Blanco gane el Oscar al mejor actor, por un filme dirigido por Manolo Lapuente, con música sinfónica y arreglos de Los Tigres del Norte.

 

Estoy de acuerdo con mis guapísimas lectoras y caballerosos lectores: si seguimos por ese camino, las prepas auspiciadas por el gobierno defeño, darán mucho de qué hablar…. ¡mal!

 

QUE NUEVE AÑOS SON NADA

 

Las cifras fueron obtenidas mediante solicitud de acceso a la información y publicadas por un diario nacional.

 

La buena: En nueve años de trabajo, se han incorporado 51 mil 611 jóvenes a las preparatorias del sistema. La mala: sólo ocho mil 679 terminaron sus estudios.

 

La buena: los niveles de eficiencia terminal de esas prepas es del 23.96 por ciento. La mala: el promedio nacional es del 60 por ciento de acuerdo con datos de la SEP.

 

La buena: en el 2001 y el año 2003, ¿cuántos alumnos cree usted que se graduaron? La mala: solamente 16 estudiantes. Lo que significa que sería interesante conocer cuánto costó cada uno de los alumnos que terminaron, dividiendo los costos de maestros, gasto corriente, infraestructura, mantenimiento y gastos operativos, entre los 16 jóvenes que terminaron. Cuando un compadre vio estas cifras exclamó: "¡Eso sale igual que tener un hijo tarado en la Universidad de Harvard!"

 

La buena: en el ciclo 2009-2010, se inscribieron a las prepas, siete mil 282 chavos. La mala: sólo terminaron mil 765.

 

LAS CAUSAS DE LO CAUSADO

 

Los argumentos del SEÑOR Raúl Pérez, Secretario General del Sindicato (SUTIEMS), resultan geniales, porque no sabe uno –después de escucharlo- si reír, llorar o rezar. Veamos:

 

- Los resultados son provocados por el modelo de las preparatorias, modelo que no considera un examen de selección para ingresar. Como se trata de un sorteo, ingresan buenos estudiantes, de buen promedio; y gente que todavía se desconocen las razones de su matrícula.

 

- Todo este desbarajuste provoca que los maestros realicen un esfuerzo mayor y con ello, vean incrementadas también, sus horas de trabajo; horas de trabajo que no les pagan.

 

- La siguiente frase es interesantísima, porque nos permite entender las causas del bajo rendimiento, en términos de egresados:"porque no es lo mismo trabajar con estudiantes con un buen promedio que con estudiantes que ingresan por sorteo".

 

- Los alumnos inscritos por sorteo viven en zonas marginadas, con escaso acceso a bibliotecas, centros culturales y deportivos, lo que afecta su desempeño académico. ¿Ya sabrá estos datos el mejor alcalde del mundo?

 

- ¡Eso sí!, de acuerdo con el dirigente sindical, el mayor logro es que los chavos tienen garantizado el acceso a la educación e igualdad, no importan que no terminen sus estudios. Como dice una alumna: "O sea, ¿no?"

- ¿Y qué cree usted? Que los diferentes intereses y estilos de aprendizaje de los estudiantes impiden alcanzar mejores objetivos en términos de conclusión de estudios. Lo que significa, probablemente, que como cada quien hace lo que mejor le place, ¿quizá salgan de ahí candidatos a los gabinetes Montessori, los "Juanitos" o "las adelitas"?

 

- ¿A quién echarle la culpa de todo esto? Simple. Al deficiente aprendizaje de los jóvenes en Secundaria. ¡Era obvio!

 

- ¿Ustedes creen que se sabe si los egresados –aunque sean esos poquitos- se colocan en instituciones de educación superior? Pues, como dice el personaje de Eugenio Derbez: "Nadie sabe, nadie supo".

 

- ¿Ustedes creen que el modelito promueve la excelencia académica, la generación de espíritus emprendedores, la formación y desarrollo de competencias en los estudiantes, y que el sistema ofrece elevar e innovar los niveles y procesos de competitividad de los egresados para enfrentarse a los desafíos globales del siglo XXI? ¡Pues está usted, totalmente equivocado!

 

- Una cifra escalofriante: Sólo el cinco por ciento de los egresados –que de por sí son poquitos- logra incorporarse a la educación superior, porque lo peor del caso es que cuando se enfrentan a un examen de selección para ingresar a alguna licenciatura, su nivel de preparación es tan deplorable, que los chavos no pasan las evaluaciones.

 

Pido perdón y ofrezco disculpas por lo extenso de la muestra, pero el asunto, para mí, es verdaderamente patético, porque en las prepas del GDF, se están formando generaciones de "ninis", que efectivamente, ni estudian, ni trabajan; pero lo más delicado es que, también se están preparando generaciones de "nimaiz". Una tribu que "nimáiz" que van a trabajar; "nimáiz" que van a aportar beneficios para el país; que "nimáiz" van a conseguir un trabajo honesto y que, desde luego, "la chota no les va a hacer… ¡ni máiz!

 

 

 



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