México, paraíso de la trata de personas

 

Por Equipo yoinfluyo.com

Febrero / 2011

 

 

Los diputados federales aprobaron un paquete de reformas constitucionales que incluye la trata de personas entre los delitos graves de alto impacto social, cuyos responsables ameritan prisión preventiva durante el proceso penal para evitar que evadan la justicia.

 

Éste es un avance para México, que se encuentra entre los primeros cinco países con mayor incidencia en la trata de personas, y sin embargo sólo cuenta con un imputado a nivel federal; además, 22 estados no han legislado sobre la materia.

La reforma al artículo 19 constitucional, que ahora deberá ser aprobada por el Senado y al menos 16 Congresos locales, señala como trata de personas (tipificado como delito en 2007) a aquella actividad por la que se esclaviza laboral o sexualmente a una tercera persona.

 

En la modificación a la Carta Magna se incluyó, dentro de los derechos de las víctimas y ofendidos, el resguardo de su identidad y datos personales.

 

Según reportes de la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, la trata de personas es la tercera actividad criminal más lucrativa, por debajo del tráfico de narcóticos y tráfico de armas.

 

Escandalizan también los datos de la Comisión de Puntos Constitucionales de San Lázaro, los cuales indican que el delito de trata de personas deja ganancias anuales de entre 10 y 30 mil millones de dólares, con aproximadamente 85 mil víctimas. Señala también que por lo menos 150 mil menores en condición de calle son vulnerables a ser vendidos para distintos fines.

 

El flagelo de la trata de personas no sólo afecta a las víctimas (principalmente mujeres, niños y migrantes), repercute también en el tejido social y económico de un país. La Iglesia Católica ha denunciado este horrendo delito como una agresión contra la dignidad y los derechos humanos fundamentales.

 

Nadie puede permanecer indiferente ante este crimen que utiliza a las personas como si fueran mercancías y mueve miles de millones de dólares a nivel mundial, que luego son repartidos en unos cuantos delincuentes que operan con total impunidad.