Por: Luz del Carmen Abascal Olascoaga "La responsabilidad de los contenidos es de los medios de comunicación. Es increíble que nos den tanta basura. ¡Ni modo, la verdad es que no había otra cosa, y pues 'tuve' que verlo! Pues es lo que nos dan, y ni modo de quedarnos sin ver tele o sin ir al cine, ¿no? Además, ya estoy grandecito para saber lo que está bien y lo que está mal… digo, está muy divertido y te pasas un buen rato, pero yo 'nunca' lo haría". Justificaciones que una y otra vez nos damos los consumidores de los medios de comunicación, pretextos que nos permitan seguir viviendo en nuestra zona de confort, que no nos molesten, que no revuelvan nuestra conciencia y… ¡mejor, qué mejor!... que culpen a otros. En pocas palabras, queremos siempre los mayores beneficios sin ningún costo, y lo más maravilloso es que siempre nos las arreglamos para que el responsable sea el vecino, y nosotros, pobres víctimas. ¡Y yo por qué!, es la constante en nuestro actuar. ¿Yo por qué tengo que hacer algo por los contenidos? En realidad no puedo hacer nada contra esos gigantes que son los medios de comunicación… ¿Y yo por qué tengo que dejar el control de la televisión para empuñar una pluma y sumarme a la Campaña Nacional de Firmas en pro de contenidos éticos que contribuyan a la formación integral? A FAVOR DE LO MEJOR Desde hace diez años, la asociación civil A Favor de lo Mejor, trabaja con medios, autoridades, anunciantes, agencias de publicidad y el público en general, por elevar la calidad de los contenidos de los medios de comunicación. Contrario a lo que muchos radicales puedan pensar, esta asociación no está en contra de los medios. Al contrario, reconoce la maravilla de su tecnología, de su alcance y penetración, y propone que estas características sean utilizadas para la transmisión de los mejores mensajes; es decir, que los medios de comunicación sean mejores medios para una mejor sociedad. A Favor de lo Mejor es una Asociación civil sin fines de lucro; sin filiaciones políticas, partidistas o religiosas de ninguna índole. Está conformada por una pluralidad de consejeros, socios y colaboradores que coinciden en valores universales. A pesar de que queramos cerrar los ojos, aunque queramos seguir viendo las cosas de color de rosa, como en esas películas que nos presentan un mundo perfecto, romántico y lleno de prototipos, la realidad es triste. Los contenidos de violencia, desorden sexual y menosprecio a los valores de la familia son constantes en los medios de comunicación y elementos cada vez más recurrentes y protagónicos. Estos contenidos negativos, querámoslo o no, son nocivos y provocan daños en la vida personal, familiar y social, especialmente de niños y jóvenes, quienes son más susceptibles debido a sus circunstancias particulares. Niños y jóvenes se encuentran en etapa de formación, una fase en la que tienen que aprender a distinguir perfectamente lo bueno de lo malo, y los matices que pueden haber en medio, porque no se trata de plantear un mundo maniqueo. Sin embargo, los medios de comunicación no sólo presentan esa perspectiva maniquea que no debería de existir, sino que tergiversan los valores de tal manera que disfrazan lo malo como bueno y lo bueno como malo, confundiendo las mentes en formación de las personas que son el presente y el futuro del mundo. Y como los padres, con excesiva frecuencia, están muy ocupados para sentarse a ver tele con sus hijos, y no sólo, sino para discutir los contenidos y orientar el criterio –¡que flojera!, la tele se ve para relajarse, no para estar pensando– , nuestros niños y jóvenes quedan a merced del guionista de tal o cual serie, o del actor o la actriz que son tan buenos como artistas que logran convencerlos de que lo que están haciendo en pantalla es maravilloso –aunque sea al contrario–- Pero quizá lo peor, más que los contenidos inadecuados, sea la pasividad, ese "¡yo no puedo hacer nada!", "que alguien, con más poder, mejore a los medios, pero yo no". Esta es la realidad más triste de todas, que nos sentamos todos los días frente al televisor o delante de una pantalla de cine, y nos zampamos alegremente todos esos contenidos que "qué horror, cómo pueden existir", pero que nos divierten muchísimo y que embotan nuestra capacidad de respuesta, de indignación real, ¡de lucha! UNA RESPONSABILIDAD DE TODOS El que crea que son sólo los medios de comunicación los responsables de los contenidos, está en un craso error. Por elemental sentido común, y viviendo en una sociedad en la que rige el mercado, la oferta y la demanda, nos damos cuenta de que, de entrada, tanto oferentes como demandantes tienen igual importancia en la producción y consumo de un bien o servicio. En otras palabras, si el oferente lanza al mercado un producto que el demandante –valga la redundancia– no ha demandado, o que rechaza, entonces el oferente tiene que retirar su producto y sacar algo que el consumidor desee. Es decir, si los medios de comunicación (oferente) lanzan al mercado contenidos rechazados por la audiencia (demandante), tendrán que producir algo que sí le interese a los consumidores, so pena de tronar como cohetes y perder muchos millones… Pero la pasividad de la gente que tiene los hilos en la mano, es la que impide que este modelo funcione. De esta manera, en los contenidos de los medios de comunicación hay una responsabilidad compartida en la que todos los involucrados en el proceso de la comunicación somos igualmente responsables del contenido que recibimos de los medios: concesionarios, anunciantes, autoridades, agencias de publicidad, educadores y el público en general tienen un papel fundamental e irremplazable. No nos podemos lavar las manos, a cada quien nos toca hacer algo, y si cada quien no pones ese granito de arena que le toca poner, nadie lo pondrá por él. A fin de cuentas, "el mal triunfa porque los hombres buenos no hacen nada". Estoy de acuerdo, yo no podría verlo morir. Y tú, ¿qué vas a hacer? A Favor de lo Mejor está organizando la Campaña Nacional de Firmas 2007 cuyo objetivo es: "Generar una decidida participación de la sociedad en la creación de una nueva cultura de emisión y recepción responsable de los medios de comunicación, que contribuya a la formación integral, sobre todo de los niños y los jóvenes". Tú, padre de familia, maestro, joven, tú puedes participar en esta Campaña y poner ese granito de arena que sólo tú puedes poner. Tú que estás harto de contenidos, por decir lo menos, superficiales –y eso es ser demasiado benévolo con el adjetivo–, tienes la oportunidad de participar y de ser parte de la solución. LA SOLUCIÓN ESTÁ EN TI Tu misión es conseguir el mayor número de firmas posible. El objetivo, a nivel nacional, es la recolección de 5 millones de firmas. ¡Tú puedes dar más! Del 4 al 20 de octubre, esa es tu oportunidad, para que jamás te puedan decir que tú no hiciste nada por tu patria, por tu gente. Tienes 17 días para, quizá, cambiar el rumbo de nuestros medios, para ayudar a muchos niños y jóvenes cuya principal fuente de información es la televisión. ¿Qué harías si vieras a un niño en una alberca, tratando desesperadamente de salir a flote, pero hundiéndose más y más? ¿Te sentarías tranquilamente a mirarlo y dirías "y yo por qué lo voy a salvar"?, ¿o te arrojarías a salvarle la vida?
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